viernes, 9 de agosto de 2013

Dos (en) horizontal, pronombre.


Soy el crucigrama del Times un domingo de resaca,
y lejos de alejarte contrariado,
pareces creador y genio de mis formas.

El sinsentido de los días.
El punto de encuentro de los extremos.
Pero tú.

Los ovillos de la piel hacia adentro,
que tú desenredas
-pero no deshilachas-
y los haces prendas
que me quito hasta antes de salir por la puerta.

Mis mentiras lo son sólo para el resto,
sintiéndome entonces tu libro de por las noches
-de cada noche-
desde hace vida y media.
Que lo que a otros les cuesta años de estudio
tú ya lo sabías antes de girarte.
Y a veces eso es peor que vivir sin tu cuerpo.

Y ahora te pregunto: qué más quieres.

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