sábado, 26 de mayo de 2012

Me recuerdas a las primeras amapolas de la primavera. Te cuesta abrirte y manchar de rojo.
Me fugo por los valles de tu espalda, renazco en la intención de tus dedos, me pierdo en tu nuca todavía sin ser.
Y mi camino a casa es el abismo de tu esternón al terminar y dejarle paso al resto de la piel.


A lo mejor para ti soy sólo un desliz. Pero tú para mí eres el mejor de los aciertos.



Te prometo que el Sol no se cansará de salir cada día.

miércoles, 16 de mayo de 2012

vino mayo y despertó

Eres de latido fuerte y mirada distinta. Tengo bajo el colchón la lista de todas las cosas que me gustan de ti, por orden de preferencia. Y a cada día contigo se llena de tachones y manchas, porque no me decido entre tu pecho y tu labio inferior.
No sé si a veces te arrepientes o ya simplemente te limitas a hacer lo que te apetece a cada momento, y por eso me restrinjo yo. Te juro que me contengo y me guardo algunos ases trucados en la manga, aunque a veces no me aguante y te quiera volar raso.

Me escondería para siempre en tu cuello. No te haces una idea de los suspiros con los ojos cerrados que llevo vendidos con la intención de que esto salga bien. Bien de verdad.