Un día de estos no tendré miedo ningún Febrero,
no se me torcerá el gesto ni los cables
y podré pasarlo sin echar a nadie a quien quiera.
Un día de estos dejaré de recordar cada día que no estás.
Dejaré de llorarte por las noches,
de oler a tabaco amargo al pensar en ti.
Dejaré de querer ser tus huesos si es que quedan.
Un día de estos cruzaré la calle sin mirar al suelo
y no me recordaré a mí misma nunca más que suba la barbilla.
Podré dejarme querer más de un año
y tal vez, no eche a correr cuando echen raíces en mi cuerpo.
Un día de estos mi rostro no será sólo carcasa
volverán a ser las que eran mis eternas madrugadas
pero la alegría y la pena permanecerán siempre siendo desmesuradas.
Desearé más Abriles.
Un día de estos te me pasarás del todo,
tu río se secará secando también el mío y dejarás de ser de continuo.
Por fin.