lunes, 18 de julio de 2011

Al fin y al cabo creo que todos no somos tan diferentes como creemos. O como nos hacemos creer a nosotros mismos. Y a los demás, claro.
Estoy casi completamente segura de que antes o después todos deseamos que alguien piense en nosotros antes de caer inconsciente en la almohada y, tal vez, sueñe con un futuro en plural. Una persona que nos haga sonreír con sólo imaginar cruzártela al ir a comprar el pan o que haga que nada más despertarte pulses cualquier tecla del teléfono para que su luz te ilumine su nombre al lado de un pequeño sobre intermitente.
Una persona en la que descubras manías que pensabas únicas en ti (¿veis?, os dije que no éramos tan diferentes) que consiga que revuelvas el armario hasta el fondo de los cajones porque vas a verle, o que te haga temblar la primera vez que te diga "me muero de ganas por ver amanecer atardecer contigo", y tú ya no sepas dónde meterte, ni a ti, ni a tus sudorosas manos, ni a tus labios afónicos, ni a tus ojos perdidos.

En mi opinión, ni somos tan diferentes, ni pedimos tanto.
O a lo mejor sí...



después de demasiado tiempo, vuelvo (lo siento lo siento lo siento, de verdad, infinitas disculpas). no he vuelto con algo excesivamente fantástico ni espectacular (ah, ¿que yo hago de eso?), pero hay veces que los dedos no dan para más, y los míos se han tomado sus propias vacaciones. la foto es del primer carrete de mi actionsampler.
feliz verano a todos :)