lunes, 14 de noviembre de 2011

Necesitamos a alguien que nos abrace por los hombros y nos deje convulsionar, que nos deje rompernos hasta que nos duelan las costillas y que nos disolvamos en nuestras lágrimas.
Alguien que nos saque de la cama por las mañanas y no nos deje apagar el despertador más de tres veces seguidas y nos recuerde que más allá de esa almohada que mojaste la noche anterior, la vida sigue.
Alguien que te dé calor con café, chocolate y mantas y no con besos ni caricias.

Alguien que no deje que te consumas y no entres en la espiral que ya conoces y dejarte morir.


Pero tu teléfono ya no responderá a mis llamadas aunque yo me vacíe de lágrimas. Y nunca me gustó la compañía por compasión ni los abrazos por compromiso.

sábado, 12 de noviembre de 2011

"Hay algunas que son como... salvajes. Y tú perteneces a ese grupo".

Deberías dejar de colgar tus versos en las nubes que van desde aquí a Madrid. Tiendo a darlo todo a la primera, y puede que tengas que tirar de mí después. Pero qué demonios, me muero por perderme en tus cuerdas y que tú te pierdas entre mis huesos.

 

lunes, 7 de noviembre de 2011

No te preocupes, yo también lo noto. Así que perdóname, lo siento.

Te siento.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

No deberíamos acostumbrarnos a palabras absolutas como "siempre" o "nunca", pero quedan tan bonitas en cualquier labio...
Yo he amado para siempre y juré hasta nunca, y sin embargo hoy desperté vacía de todos esos infinitos. En estos momentos me aferro a... No, ni siquiera me aferro, porque aferrarse es condicionar y poner ganas y sentimientos sobre la mesa, y de eso ya di todo lo que me quedaba dentro. Supongo que me limito a señalar algo que se lleva repitiendo desde que los amores imposibles existen:

"Cuando dos personas están destinadas a estar juntas no importa donde estén o con quien estén, tarde o temprano se encontrarán."

Así que suspiro, me pongo mi sombrero nuevo, y que caiga el chaparrón.
Si tienes que volver, lo harás. Y si lo haces, el mar te estará esperando.