jueves, 22 de octubre de 2009

Rosa no, amarillo

Siempre fue el eterno patito feo. Nunca tuvo novio en párvulos ni su primer beso fue a los seis años, y tampoco ningún niño se fijó en ella o la agarró de la mano en los recreos. Y siempre la tocaba ser el "Power Ranger" amarillo... la chica guapa de clase, además era la más espabilada y astuta (que no inteligente) y se le adelantaba.
Así que creció soñando acaparar las miradas de todos, reunir todas las que no tuvo nunca. Quería ser capaz de enamorar a cualquiera, como las princesas de las cintas de video de cada tarde.

Dicen que de pato ya no tiene nada y, sin embargo, ella se mira y comprueba que aún conserva el plumón.