jueves, 22 de noviembre de 2012

brindar con vasos vacíos

No tengo mucha idea de cómo describir ésto. ¿Alguna vez voy a dejar de echarte de menos? Dicen que el duelo de la pérdida dura dos años. He comenzado el primero y esto no remite. Pienso en ti continuamente y no creo que te gustase lo que vieras si me miraras ahora mismo.

"él era genio y figura"
"siempre le llamaban para cualquier fiesta, todo el mundo se lo pasaba en grande con él... pero era un hombre triste"

Soy tú. Tu esencia forma parte de mí, desde siempre, no desde que te fuiste. Tengo un acento amargo. Y es inevitable.
Hace poco cobró sentido algo que nunca he sido capaz de entender. La música que me movía por dentro como ninguna otra resultó ser la tuya. Y yo nunca lo supe.
Me suplico a mí misma no olvidar ningún detalle de tu cara, tus cicatrices, tus manos de pentagramas que nunca estudiaste. Tu talento. Tu aliento. Tu manera de abrazarme y la manera en la que me llamabas. Y tu forma de mirar, de mirarme, como si fuera tu único motivo.

Cúrame de mí misma, porque estoy empezando a terminar conmigo.

domingo, 4 de noviembre de 2012

sistemas de gobierno en la historia de un cuerpo

Un cuerpo. Su cuerpo.

Cuando le conocí pensé que la anarquía era la única reina de su cama, ya que ninguna pasaba por ella más de lo estrictamente establecido en el manual de sudores de una noche, o de un breve lapso. Y aunque fallé y acerté a partes iguales, para mi desgracia ya había un "ella" con nombre, apellidos y mirada turbia. Eso era aún peor que mi primer pensamiento. Tal vez se pudiera borrar un débil recuerdo de algunas sombras, pero destronar a la primera dama nunca ha estado hecho para mí. Dictadura, y de las peores jamás vistas.

Y sin embargo, todavía sigo sin explicarme muy bien cómo, llegué y fui democracia. Y la más limpia y honesta de todas; porque en las elecciones de cada noche, vuelvo a ganar por mayoría absoluta a todo(as), incluso a lo anterior.