martes, 30 de abril de 2013

Sigo ahí. Somos un lugar. Somos ocasión. Y me he quedado en nosotros.

En mí, escribiéndote en la espalda, y sin embargo,
ahora diría que estuve pintando el cielo.

En ti, descuidando mis pupilas para comprobar si sonrío también con la boca.
Y vuelves para mirarme  l  a  r  g  o.
Y me vuelves la piel escarlata.
Y me tornas destello. Y a mis costillas, los valles de tus dedos.

Somos corriente alterna fluyendo en cada polvo.

Y yo ahora vivo en las palabras que te permitías decir
pero donde en realidad existo es en todo lo demás.

martes, 23 de abril de 2013

mi primera flaqueza

Tus ojos se me antojan laberintos en los que,
lejos de buscar la salida, moriría de inanición.
Y no miento si digo que vi el Ártico en otros ojos,
pero tú llevas mi tierra en los tuyos y en las venas.
Borras el pasado siendo de tinta.

Que quiero saciarte la vida en lo que se refiere a sudor y camas.
Que me da igual si está oscuro. No te pido que sonrías,
pero,
por favor,
abre los ojos.
(aunque no sea para mirarme)

No me des la mano
aunque las mías te lloren.
Mastícame y haz ruido.
Restállame las vértebras.
Vuélcame y huye.

Llévate los restos,
que quiero padecerte.


Eres eterno.
Hazme imperecedera.

martes, 2 de abril de 2013

disculpa si te asusto II

Debes tener unos bosques tan bonitos bajo cada pulmón
que dudo en qué claro quedarme.
Pero primero, tienes que descorcharte.
Aunque ya trato yo de abrirme paso
(tranquilo)
con cuidado.

Supongo que debo respetar los espacios entre cada uno de tu lunares
para llenarlos de marcas de besos de tinta de limón
y que sólo se aprecien si ardes.

Imagino que el desgaste de tus rótulas
no tiene nada que ver con la resignación,
al igual que ese orgullo tuyo, que a veces desborda.

Y brillas sin luz directa,
                                              peor para el sol.


Y ya que hablamos de estrellas,
siento decirle que pronto seré yo quien te despierte
y no él.

Pero de lo que sí que estoy completamente segura
es que puedo reinventar
todo lo que antes hayas sido.
Y todo lo que con otras fueras.