lunes, 14 de noviembre de 2011

Necesitamos a alguien que nos abrace por los hombros y nos deje convulsionar, que nos deje rompernos hasta que nos duelan las costillas y que nos disolvamos en nuestras lágrimas.
Alguien que nos saque de la cama por las mañanas y no nos deje apagar el despertador más de tres veces seguidas y nos recuerde que más allá de esa almohada que mojaste la noche anterior, la vida sigue.
Alguien que te dé calor con café, chocolate y mantas y no con besos ni caricias.

Alguien que no deje que te consumas y no entres en la espiral que ya conoces y dejarte morir.


Pero tu teléfono ya no responderá a mis llamadas aunque yo me vacíe de lágrimas. Y nunca me gustó la compañía por compasión ni los abrazos por compromiso.

7 comentarios:

  1. "y no entres en la espiral que ya conoces y dejarte morir"...todos necesitamos a ese alguien y puede que sin darnos cuenta creamos adivinar quién es, pero el mundo dará millones de vueltas antes de que efectivamente lo encontremos y entonces, sólo entonces, te olvidarás que un día te quedaste sin lágrimas, y sólo podrás entender que una vez sin lágrimas, sólo queda reir!!!

    preciosa entrada =D

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  2. Es cruel tener a ese "alguien" solo a ratos... enfin

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  3. Para eso están los amigos, para abrazarte cuando estas mal.
    Un beso!

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  4. ánimo, que cuando menos te lo esperas...

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  5. siento como si me lo hubieras quitado de la boca (:

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  6. "Pero tu teléfono ya no responderá a mis llamadas aunque yo me vacíe de lágrimas"

    Es que cada vez que lo leo, es más perfecto!!

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