sábado, 23 de enero de 2010

Maite zaitut.

Llevo días pensando en ti, más que de costumbre. Aunque de hecho, tal vez no haya habido día en el que no hayas visitado mi subconsciente aunque fuera por sólo unos efímeros segundos. Hace años que no hablo contigo y sin embargo, es como si todo siguiera intacto.
Fui yo quien renuncio a ti, y quien se arrepintió tiempo después. Pero ya no eras tú, ya apenas quedaba algo de quien me hizo perder el poco raciocinio de mis 14 años.
Creo en las corazonadas, y contigo la tuve. Y no me equivoqué. Fue tan intenso como largo. Sino, no se me pondrían los pelos de punta, ni se me encogería el corazón, al ver Salamanca más cerca.

Como cantó Revolver, nos prometimos el mar, y también Salamanca. Y es que me muero un poquito más cada vez que me imagino cruzándome contigo, y me embargará el miedo, justo como ahora.
Pero a lo mejor ni siquiera estás allí. A lo mejor sigues perdido en bosques del Norte pintados de mil colores. Y a lo mejor, quién sabe, te acuerdas de mí.



Y sí, me atrevería a decir que si tú me lo pides...

1 comentario:

  1. Y crecer será dejar esos catorce en un recuerdo.
    Y crecer será cruzarse con él y sentir que se te eriza la piel. Después, cuando vuelvas a cruzarte te dará un vuelco el corazón. Creo que será nostalgia.

    Re: y muchas gracias sonrojadas.

    ResponderEliminar