sábado, 21 de julio de 2012

No me atreví a decirle que anoche tuve que aguantar las lágrimas en ese mismo instante en el que él contuvo el aliento.
Me conmueve tenerle. Me adormece la garganta en cada beso, y huyo de los espejos que nos reflejan cerrando los ojos para besarle al verme diminuta a su lado.
No hay otro regalo ni requiebro como el de sus labios mordidos cuando cae al suelo mi última prenda de ropa. No, definitivamente nunca me dijeron algo tan bonito en silencio. Y yo, sólo puedo concederle letras, y soy pobre hasta de palabras.

Discúlpenme los presentes, pero daría todas sus vidas y hasta probablemente la mía por su sonrojo.



(qué ganas tenía de decírtelo,
de pronunciarlo mirándote a los ojos
y cuánto disfruté que ni te lo imaginaras)

6 comentarios:

  1. A veces las palabras sí que son suficientes para expresarlo todo, y tú lo has hecho. saludos!

    ResponderEliminar
  2. ¿Tú pobre en palabras?

    Eso sí que no...

    ResponderEliminar
  3. Vomitando palabras.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Es toda una declaración de una bonita guerra.

    ResponderEliminar
  5. Las mejores cosas suelen decirse en silencio :)

    ResponderEliminar
  6. no me ha parecido pobre en palabras!!
    sigo leyendo, descubriendo...

    ResponderEliminar