lunes, 12 de diciembre de 2011

second round

Jamás tocaremos las nubes. Y menos con esta milla de distancia entre ambos. Adoro hablar en términos absolutos, aunque en realidad no sirvan para absolutamente nada más que para dotar de fuerza algún sentimiento perdido dentro de esto que nos recubre llamado piel.
La verdad es que ella no me parece tan mal. Y por favor, no hagas con que no sabes de qué o de quién hablo. Hacerte el tonto no es lo tuyo. Juraría que te remueve algo por dentro, y cuando eso habita, mis posibilidades se disipan como la espuma de mar.

Y ahora no me pidas coherencia, primero entiende que si me quieres, eso no debería existir. Y no me lo he inventado yo, viene en la definición de incongruencia.

 

domingo, 11 de diciembre de 2011

¿Y las manos? Vacías. Agrietadas por la espera y sin nada más que ofrecer. Las sienes latían por un corazón que se estaba tomando un descanso rodeado de un humo que no le pertenecía. Las noches se evaporaban y los días se veían venidos a menos reducidos en una rutina frenética de neones y palabras que ya no eran para mí. Y miro para otro lado. El lado del camino que me han dibujado sin darme apenas cuenta en noches insomnes y cargadas de intenciones. Una ciudad a la que ir para no verla jamás. Una cama en la que pasar tantas horas que llegues a formar parte de ella. Con él. Y un casi sí prendido en mis labios podrido de esperar a que sea valiente y me atreva a irme.