Me has metido una granada en la faringe y has tirado de la anilla. Sólo es cuestión de tiempo que explote y yo quede esparcida por toda la ciudad. A veces me suena hasta bien.Me desgastas la vida y las ganas. Y las agotas. A las dos. O mejor dicho, a las tres, me incluyo.
No soy una mujer. Soy dinamita.


