sábado, 14 de agosto de 2010

Argentada

Definitivamente no era una chica corriente. Delgada y con el pelo oscuro enmarcándole la cara y sus grandes ojos profundos. Como tantas otras con las que te cruzas cada día. Y sin embargo en una sola mirada conseguía atraparte. Era una montaña rusa, y tenías que agarrarte fuerte con cada looping, o caerías al suelo.
Dormía en bañeras, se contaba las pecas de la nariz y en casa nunca se ponía pantalones. Miraba a las farolas de reojo y retenía la luz de la luna en la palma de la mano. En la misma con la que daba de comer a los leones. Y a ti.

14 comentarios:

  1. Con tan poco, transmites muchísimo.
    Es precioso el texto.
    Me enamoran tus palabras. :)

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  2. claro que no se llama así, tenía que haber puesto punto y aparte pero en todas partes no vive, en todas partes solo vive Dios, ah... quieres decir... que... no, no?

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  3. que es omnipresente como Dios, o que es dios o diosa

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  4. Hola. Hace un tiempo vengo escribiendo una historia. Me gustaría saber qué piensas. Ello me ayudaría a crecer. Gracias.

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  5. No te imaginas cuanto me ha gustado leer esto!!

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  6. Definitivamnte, no, no era una chica corriente jejeje. A esta chica la conozco yo de otro sitio en el que también se ponen fotos y textos... mmmm. Besos guapa!

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  7. Que gran texto! me ha gustado eso de "retenía la luz de la luna en la palma de la mano". Tú tampoco eres una chica corriente! escribes precioso! Un besito

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  8. Genial!
    Un chica que da de comer a los leones de su mano no es corriente!
    Un besazo!!

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