lunes, 26 de julio de 2010

Tú no lo sabes, pero el sábado fui, por caprichos del cumpleañero, Caperucita Roja. Hacía unos 18 años que no me transformaba en ella. Esta vez era una niña con bolso rojo, en vez de cesta, y con una cremallera rebelde de un vestido algo imposible. Cuando lo que menos me importaba era precisamente eso, tú escribías desde Londres sobre romper las mediciones normales del tiempo, sobre lo que tú creías que era sólo el recuerdo de un beso, y que no hace más que asaltarte. Has querido que me fije en la palabra "bastante". Y me has llamado danseuse. Es como si supieras qué decir en cada momento, y yo sin embargo, mido cada sílaba.

5 comentarios:

  1. ¿Sabes que todas las sílabas no miden lo mismo no?

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  2. Me recuerdas a mi hace un tiempo, creo que llegué a medir cada letra...
    Hoy por hoy lo que te puedo decir es que lo mejor es ser natural y dejarse llevar (aunque sea lo más difícil del mundo).
    Pensar mucho hace que veamos todo borroso.

    Me encanta tu blog, te sigo ;)

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  3. creo que a veces es mejor decir lo que uno piensa, por muy duro que parezca.....


    pasaré a menudo a leerte ;)

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  4. Ais, ya te dije lo que pensaba de como escribes.. :) pero creo que me quedo corta... ;)

    Yo cada sílaba tal vez no, pero sí cada palabra, o cada letra, o cada imagen... aunque intento que cada vez menos, o a ser posible nada, es una droga que se cura con el tiempo...

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  5. Yo suelo medir dependiendo de la persona con la que este, dependiendo de la ocasion...
    saluddos;

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