Es una historia de lunares, de sábados por la mañana quemados por el sol, de resaca, de un continuo devenir de escalofríos, de incertidumbres en aquellas noches sin reloj, perdiendo los papeles. Música desparasitando mis arterias. Bebidas líquidas han disuelto mis noches. Caminos y silencios. Sé lo que me hace bien, y persigo con devoción ciertos males. Tengo imantadas ciertas partes de mi cuerpo. Entonces me pierdo en cromatismos, en cristales de capas arrítmicas. Entonces pierdo los pocos prejuicios que me quedan. Una estampida de deseos es susurrada a un oído, los odios menguan, el deseo crece... y en un intervalo de tiempo tan minúsculo como la onda que ya ha muerto en un charco, hay miles de contradicciones, y un movimiento acertado que encuentra la luz.
Que alguien, quien sea, me proponga un "vámonos lejos".
Yo quiero fugarme a París :)
ResponderEliminarVente!
ResponderEliminar"Vámonos lejos" :)
ResponderEliminarYo también me quiero ir!
ResponderEliminarEspero que hayas tardado poco en leerlo, creoq ue se me fue de las manos, y eso que en principio quería listar 200, pero habría sido pasarse mucho! jajajajaja
ResponderEliminarY bueno, el día que me de por casarme pues si a Jon no le importa ya lo hablaré con él, a ver qué le parece... ;)