Sigo ahí. Somos un lugar. Somos ocasión. Y me he quedado en nosotros.
En mí, escribiéndote en la espalda, y sin embargo,
ahora diría que estuve pintando el cielo.
En ti, descuidando mis pupilas para comprobar si sonrío también con la boca.
Y vuelves para mirarme l a r g o.
Y me vuelves la piel escarlata.
Y me tornas destello. Y a mis costillas, los valles de tus dedos.
Somos corriente alterna fluyendo en cada polvo.
Y yo ahora vivo en las palabras que te permitías decir
pero donde en realidad existo es en todo lo demás.
Hermoso, escribes muy chido
ResponderEliminarY desaparezco con cada susurro tuyo,
ResponderEliminarY fluyo por cada poro de tu piel
hiel dulce que amarga mi boca
mano que toca tu ternura
dura sólo un suspiro,
respiro,
pura luz que aspiro,
sano heridas con tu hermosura
fiel a tu olor y a volverte loca
instruyo tu cuerpo, dulce como la miel,
merezco más que robarte un polvo, pero huyo.
Y siempre volvemos y retrocedemos.
ResponderEliminarpd: Siempre seré aficionado a tu espalda :)
Dibujar trazos misteriosos sobre una piel amada nos hace sentir inmortales.
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