A saber qué colchón,
qué cuerpo te habrás ganado esta noche
y a saber si habrás podido soportarte hasta que amanezca.
¿Sigue siendo tan vacío?
Debes no sentirlo estando tan lleno de recuerdos.
Nunca te he conocido, girando entre alcohol y bocas anónimas.
Riendo. Fingiendo. Todavía.
Aunque me sangren tus mentiras,
ojalá nunca olvides que la llaga está en tu cuerpo.
Por favor, continúa. Vuélvete simple.
Conviértete en cualquiera. Pónmelo más fácil.
...y tú sigues presumiendo de saber sobre guerras
y no te has dado cuenta de que ya somos Historia.
La historia tiene innumerables memorias, es tantas verdades como cicatrices.
ResponderEliminarBisous.
Fascinante
ResponderEliminarSaludos
Contundente. Mucho. Me ha gustado :)
ResponderEliminarUn abrazo!
Impresionante.
ResponderEliminarMuy identificada.
Puedo cogerte el texto? Y en tal caso pondría tu nombre si lo público en mi blog, claro.
P r e c i o s o.
ResponderEliminarLa guerra sigue, no guardes tu bomba de sangre, y mucho menos las tires en rabia, y si lo haces, desanda el camino y recoge los pedazos, no uses pegamento barato, solo riégalo con sangre nueva, diferente, mejor, y sigue caminado, adelante, recuerda, y si no lo sentiste, que eres un guerrero, no aceptes la mediocridad, incluso a veces la vida exigirá que hieras al cobarde, veras manar un liquido parecido al que te sale cuando te duele, tu sabrás en ese momento si dejarlo tirado o merece un golpe de gracia, pero sigue, hemos venido aquí a forjar el alma, habla dos lenguas, luz en tus labios para el amor, acero con el resto, el camino se encuentra abarrotado con la fauna de ambos lados, mira con atención y sonríe a los iguales, compañeros de viaje, aliados temporales, en tu interior sentirás que cada golpe de forja, te acerca un poquito mas a la madre y al padre de todas tus reencarnaciones, si te sientas a descansar y no puedes levantarte, es mejor terminar, no veremos en otro mundo, en otro tiempo, y todos te reconocerán, aunque tu carne se vea distinta.
ResponderEliminar