Otra mañana fría. Otra mañana de medias y jersey largo. Otra mañana en la que untaba la apatía en las tostadas y el café le sabía más amargo que de costumbre.
Llegaba tarde, pero no por eso fue más deprisa. Intentó hacer algo con su pelo, aunque no sirvió de mucho, y terminó de vestirse. Cogió su pijama y bajó las escaleras para echarlo a lavar. Volvió a coger la taza de café, pero ya estaba frío. Se miró en el espejo del pasillo. No se ponía esas medias desde que él se fue, y ni siquiera se había dado cuenta al cogerlas del cajón. Su madre la recordó la hora, y salió de su ensimismamiento. Sin más salió a la calle. Bajo cero. Sin abrigo. Sin nada. Y con las zapatillas de estar en casa todavía puestas. Rojas. Horribles. Desde luego, su padre rara vez acertaba con ella. Miró su mano derecha. Seguía teniendo el pijama. Así que se lo puso, tiró las zapatillas al contenedor, y comenzó a caminar.
hmmm...tostadas.
ResponderEliminarY a dónde iba?
ResponderEliminarCreo que eso lo puedes cambiar desde "diseño de plantilla" y en "ajustes avanzados" o algo así...
ResponderEliminarAsí me gusta improvisadamente despistada ;))
ResponderEliminarBesos guapa
totalmente espontáneo, me encanta :)
ResponderEliminarGENIAL
ResponderEliminaryo creo que el día menos pensado a mi me pasará lo mismo ,un beso!!
ResponderEliminarPásate por mi blog, hay una cosita para ti ;) Un besito
ResponderEliminarnunca tendría el problema del café, lo prefiero frío.
ResponderEliminaral leer el texto me viene esa sensación de aire puro por las mañanas.
qué bueno.
muá