Vértigos. Abismos y miedo a lo que se avecina de manera inevitable. Como el tiempo, por definición, imparable.Los cambios a veces son necesarios, pero hay quienes nos acomodamos en la rutina y a lo conocido.
Cuando a un pájaro se le abre la jaula, y permanece en ella.
(foto de speechlessphoto)
Si él no puede, yo tampoco.
ResponderEliminarNo te imaginas lo identificada que me siento.
ResponderEliminarA mi también me encanta la rutina...no quiero marcharme,joder.
A veces los cambios no son malos. Abren nuevas etapas, y seguro que con encantos distintos a las anteriores. Vuela con firmeza y no mires al suelo. :)
ResponderEliminarUn besito!
Te acostumbrarás, Sis =) para esto te has estado preparando. Ya verás como el cambio no es tan duro al final y disfrutarás con ello, además en buena compañía.
ResponderEliminarUn beso (L)
nos acomodamos a lo mas fácil.
ResponderEliminarpodemos odiar y adorar la rutina a la vez!
Los cambios desestabilizan, por eso mucha gente se acomoda a la rutina. Pero, a veces, los cambios son a mejor... No hay que cerrarles la puerta, y nunca mejor dicho.
ResponderEliminarUn beso :)
Que familiar me ha resultado tu entrada!!
ResponderEliminarUn saluddo y mil besos!
a veces nos acomodamos demasiado
ResponderEliminarme encanta la última frase :-)
Vuela sin miedo.
ResponderEliminarSi la jaula está abierta quiere decir que puedes salir pero también que te está permitido volver a entrar en ella...
Pero los cambios pueden traer muchas cosas buenas. Evolucionar es parte de la vida :)
ResponderEliminarmuac!