El problema es que yo sigo
aquí, mirando de forma automática e inevitable a tu puerta. Como empecé a hacer desde antes de aquel verano. La diferencia entre tú y yo la marcan tus ojos, que paran el tiempo y me vuelan las palabras. A veces creo que también te las vuelan a ti. Por tu incongruencia, que me está volviendo del revés.
He leído alguna entrada de tu blog.Y me encanta.
ResponderEliminarTe sigo.Un saludo!
Marca tú la diferencia, que no la marquen sus ojos. :)
ResponderEliminarUn besito!
sigo aquí...
ResponderEliminarcerrar el libro
:}
si no fuera tan bipolar no te volvería tan loca, admítelo :)
ResponderEliminarA mí también me gusta mucho tu blog, no lo conocía
ResponderEliminarte sigo
Por tu incongruencia.:)
ResponderEliminarIn-teresante...
ResponderEliminarPero todos los laberintos tienen una salida y muchas veces la salida es uno mismo
nunca me he sentido como si estuviera en un laberinto, pero supongo que es como estar en la cárcel... y así sí que me siento muchas veces.
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