Por fin. Sólo puedo decir eso. Han tenido que transcurrir meses para sentirme un poquito menos pequeña en la barra, no desesperarme por completo y sonreír. He bailado, un poquito, pero lo he hecho.
Y he podido valorar que mi esfuerzo no ha sido en vano, y que he mejorado. Que he hecho una double pirouette limpia y me han felicitado por ello (es una nimiedad, pero me hace ilusión y mucha, y qué). Tal vez necesito demasiados ánimos, pero cuando los pido con los ojos, mis motivos tengo.
No he sido invisible, he disfrutado, y se me han empañado los ojos al darme cuenta de todo ello. Y algún día encadenaré un par de fouettés sin perder el equilibrio.
Gracias Ana Ruth, por enseñarme algo realmente.
- El baile es duro, pero hay que disfrutarlo.
Espero que me repitas esa double pirouette algún día :D
ResponderEliminarMe gusta tanto oir este tipo de cosas
ResponderEliminar