Hay días en los que me giro, confiada y con una sonrisa de medio lado, esperando encontrarte ahí detrás, mirándome, atento a cada movimiento...
Pero no, no estás. Es sólo una ilusión, un espejismo. Es el delirio de cada día, la quimera de encontrar una nota de ti en cada esquina. Y se repite la misma sonrisa, pero me sonrío a mí.
Y la nostalgia vuelve a imprimirse en mis ojos...
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